Entre la natalidad y la autonomía femenina
El 85% de las esterilizaciones en Colombia son ligaduras: la baja natalidad y la búsqueda de mayor autonomía femenina
Por Mariana Aristizábal, Andrés Felipe Bedoya, José Manuel Holguín y Juana Zuleta
En Colombia, el control de la natalidad ha estado marcado por un fuerte protagonismo femenino, siendo las mujeres quienes asumen en mayor medida las decisiones de planificación familiar. Datos otorgados por Profamilia revelan que el 85% de las esterilizaciones realizadas en el país corresponden a ligaduras de trompas, un procedimiento irreversible que refleja tanto la responsabilidad que recae sobre las mujeres en este escenario, como la necesidad de promover una mayor equidad en las decisiones reproductivas.
El hito de la llegada de las esterilizaciones a Colombia en los setenta, promovido principalmente por esta entidad, representó un cambio crucial en la forma en que se abordaba la planificación familiar en el país. A 2023, el 85% de las esterilizaciones en Colombia correspondían a ligaduras de trompas, mientras que el 15% restante correspondía a vasectomías, según datos de Profamilia recopilados durante los últimos 50 años.
En 1970, se empezaron a realizar vasectomías para hombres, y dos años después, en 1972, las esterilizaciones femeninas (ligadura de trompas) se incluyeron como parte de los servicios de anticoncepción permanente. Desde entonces, y hasta el año 2023, se realizaron más de 2,7 millones de procedimientos de esterilización en general.
El desplome de la natalidad en Colombia
En los primeros siete meses del 2024, la natalidad cayó un 15,2% con respecto a los primeros siete meses de 2023, pero esta es solo una cifra más dentro de su constante descenso. Esta tendencia refleja los cambios demográficos recientes y la evolución de la natalidad en el país.
La mortalidad infantil bajó 48 puntos desde 1970 a la actualidad
Aunque la natalidad está en descenso, la tasa de mortalidad infantil también disminuye. En 2023, la tasa de mortalidad infantil se situó en alrededor de 11 defunciones de niños menores de 1 año por cada 1.000 nacidos vivos, según datos preliminares registrados por la organización Así Vamos en Salud
¿Puede el costo de vida decidir el futuro familiar?
Para 1964 el IPC se ubicaba en un 9% y el salario mínimo era de $420 pesos mensuales. En contraste, para 2023, el IPC se mantenía en un 9%, mientras que el salario mínimo había aumentado a $1.160.000 pesos. A partir de esto, se podría suponer que las condiciones y el costo de vida han mejorado, lo que podría incentivar a los hogares y familias colombianas a decidir tener un bebé, repercutiendo en un aumento de la tasa de natalidad del país. Sin embargo, a pesar de un mejor salario y un IPC porcentualmente igual al de hace seis décadas, aunque ajustado al mercado actual, la tasa de natalidad sigue en descenso.
Colombia se enfrenta a un futuro con menos jóvenes y más personas mayores
Con la natalidad y fecundidad en descenso a lo largo de seis décadas, se supondría que la población también debería presentar una disminución. Sin embargo, en Colombia esto no ha sucedido, ya que la población ha continuado en un aumento progresivo.